Si reducimos el coste formativo seremos más competitivos frente al Este
(FUENTE: ELCORREO.COM)

SEBASTIEN TRANCHANT/ DIRECTOR DE RECURSOS HUMANOS DE BRIDGESTONE BASAURI

«El encargado de contratar al personal pondrá en marcha la primera escuela en Euskadi para enseñar a más de un centenar de personas al año»

La fábrica de Bridgestone en Basauri se va a convertir en la primera industria de Euskadi en incorporar en sus instalaciones una escuela que permitirá formar a más de un centenar de personas al año. De la iniciativa piloto que se llevó a cabo en marzo, el 80% de los estudiantes fueron contratados por la multinacional nipona. La experiencia que se mira con lupa desde Europa tiene como objetivo ser más competitivos frente a las fábricas de Europa del Este.

- ¿Por qué deciden poner en marcha una escuela en la propia fábrica?

Nos hemos dado cuenta de que no teníamos la capacidad de formar cuando más lo necesitábamos. Si queremos producir a tope no podemos tener las máquinas paradas. Y también tenemos dificultad de atraer perfiles, hay falta de interés por la industria, es difícil el acceso al aprendizaje industrial. De esta forma, se puede enseñar sin afectar a la producción real, se aprende en un entorno seguro y poco a poco. Es una buena manera de promocionar el sector industrial.

- ¿Es la primera planta de España que incorpora la formación a sus instalaciones?

La fábrica de Bridgestone en Basauri se va a convertir en la primera industria de Euskadi en incorporar en sus instalaciones una escuela que permitirá formar a más de un centenar de personas al año. De la iniciativa piloto que se llevó a cabo en marzo, el 80% de los estudiantes fueron contratados por la multinacional nipona. La experiencia que se mira con lupa desde Europa tiene como objetivo ser más competitivos frente a las fábricas de Europa del Este.

- Antaño la formación de los trabajadores se hacía en las fábricas.

- Sí, aunque nunca se ha dejado de formar gente. Siempre hemos tenido un sistema por el que un veterano estaba con una persona de prácticas, pero no solucionaba la dificultad de llegar a un entorno industrial.

- El proyecto piloto lo desarrollaron en marzo con 25 estudiantes. ¿Qué tal fue?

- No teníamos todos los recursos que se incluían dentro del plan, pero fue bastante bien. Hemos recibido 'feedback' superpositivos de los centros de Formación Profesional y de los alumnos. Han aprobado todos y el 80% está ya contratado. En el proyecto piloto fueron perfiles jóvenes, pero en el B-Kanpus queremos que venga todo tipo de público, de todos los sectores, gente que se quiera reciclar, de otros sectores, mujeres, hombres...el único requisito es ser mayor de edad, tener la ESO y estar inscrito en Lanbide. Nos gustaría tener más diversidad porque se enriquece la plantilla.

- ¿Cuándo empieza el período de matriculación?

- Será en agosto, pero como había gente ya interesada por el programa hemos creado una página web en la que se ha colgado la información del curso y se puede hacer la preinscripción. La escuela comienza a funcionar el 1 de octubre y tendremos dos convocatorias al año con dos grupos en cada una de ellas de 15 personas. Empezamos con dos puestos: construcción de cubierta e inspección final, pero la idea es incrementar hasta 120 alumnos.

- ¿Tantos trabajadores pueden absorber al año?

- Sí. Necesitamos la gente. En el futuro podríamos formarles para otras fábricas españolas. Con el mercado actual y al retomar la actividad económica después de la pandemia, podríamos producir todavía más, pero no podemos por capacidad. Hay futuro para los alumnos que vengan.

«Futuro laboral»

-¿Qué conseguirá el alumno con esta formación?

- Es la oportunidad de aprender cómo se trabaja en un entorno industrial. Tendrán una primera experiencia en el curriculum y les servirá para cualquier otra fábrica. Tenemos un importante nivel de calidad y exigencia, lo que les va a permitir tener una formación reconocida por Lanbide y un futuro laboral.

- ¿Cuánto dinero han invertido?

- Más de medio millón de euros y seguimos invirtiendo de cara al próximo año porque vamos a poner más módulos de realidad virtual.

- El alumno trabaja en unas máquinas que simulan a la fábrica, pero además aprenden a través de la realidad virtual. ¿Qué supone?

- Antes tenían que estar un par de semanas leyendo manuales, ahora en 15 minutos saben de qué va y de forma segura. Se reducen los tiempos de aprendizaje en cuatro y se facilita la memorización de un proceso industrial. Nosotros ganamos en eficiencia y para ellos es más dinámico. Aprenden de forma autónoma, no hace falta que tengan un instructor con ellos. Saben cómo es un neumático, sus partes y memorizan el proceso de construcción de una cubierta. Cuando van a una máquina real ya saben qué tienen que hacer y cuál es el siguiente paso que deben dar.

- ¿Cuántos meses dura?

- Al tratarse de una especialidad formativa del catálogo de Lanbide que nos ha aprobado son cuatro meses. El 80% prácticas.